Testimonios


Aún no hay testimonios del grupo porque todavía no ha comenzado, pero sí tengo alguno de mujeres que han trabajado conmigo de forma individual, presencialmente y a distancia. Los iré subiendo para que puedas comprobar los efectos y beneficios de un tratamiento correcto a la hora de tratar traumas y bloqueos derivados de nuestros partos. Que lo disfrutes!



Tenía un niño de poco más de un año cuando acudí a tu consulta. Tú estabas con una tremenda barriga y faltaba poco para que tu niña naciese pero aún y todo estuviste dispuesta a ayudarme. Gracias. Es algo que te agradezco mucho Mónica, soy consciente de que el embarazo es una etapa en la cual nos gusta evadirnos de los problemas ajenos y disfrutar de nuestro estado. Gracias por atenderme.Yo estaba rota, acomplejada, asustada… llevaba soñando toda mi vida con un parto maravilloso, natural y en cuclillas… imaginaba incluso el olor de mi bebe… fantaseaba con poder dar de mamar a mi hija tranquilamente en una mecedora mientras miraba por la ventana… todo era perfecto, pero nada fue así. Todo era pura ficción, así era como jugaba con mis nenucos, no era nada más.Todo mi puzzle se rompió cuando mi niño nació en el hospital, cuando accedí a “unas gotitas de oxitocina”, cuando a las horas me rendí y me metieron la epidural, cuando mi hijo exigía mi extrema atención a todas horas, todas mis expectativas se derrumbaban de una en una. El hecho de pasarme las 24 horas del día alerta me estaba destrozando. No quería aceptar lo que tenía, estaba tensa, con grandes miedos, estaba convencida de que estaba loca, ya no sabía qué hacer y es entonces cuando apareciste. Gracias Mónica.
Me escuchaste, me ayudaste y lo más importante, no me juzgaste en ningún momento. Realmente no sé exactamente qué fue lo que hiciste, solo sé que después de estar contigo todo empezó a mejorar, todo comenzó a fluir… Únicamente fueron dos o tres sesiones, lo suficiente para encontrarme bien y seguir mi camino. Me atreví a contar lo que sentía, desaté mi gran nudo y eso me alivió enormemente. Me sentí comprendida y tu terapia fue la llave hacia la puerta de la luz. Tuve la grandísima suerte de conocerte, me distes la fuerza que necesitaba y esto no lo olvidaré jamás. Me ayudastes a crecer y a confiar en mí. Gracias, lo necesitaba. Me acuerdo que en aquellos momentos me sentía undida, destrozada, creía que no podría salir de aquél oscuro agujero. Aunque parezca mentira ahora no recuerdo lo realmente mal que estuve. Qué suerte… Gracias de nuevo.
Ahora sé que no podemos planear todo en la vida, creo que tenía la maternidad erroneamente idealizada. Porque la maternidad es lo mejor que me ha pasado pero nada es como imajinaba.
He aprendido a conocerme, a valorarme, a quererme y a perdonarme como mujer y madre. No quiero buscar la perfección del cuento rosa.
Estoy intentando no culpabilizarme por tener un niño de alta demanda, estoy aprendiendo a entenderle.
He comprendido que mis miedos de perder el control y la cabeza, eran por la situación extrema en la cual vivía. Ahora sé que no estoy loca. Solo vivía alerta. Sé que era una niña que estaba viviendo la transición hacia la maternidad, algo que se me hizo realmente duro. Gracias por acompañarme.
Estaba triste porque derrepente me sentía perdida y vacía, sin nada… ¿dónde estaban mis amigos? Mi entorno desapareció… mi hijo hizo que pisara tierra y me choqué con la realidad.
No quería aceptar la realidad, me avergonzaba porque no fui capaz de parir y eso me sentía ser menos mujer. Me avergonzaba por tener un niño demandante y sentirme perdida. Pero gracias a todo ello ahora estoy aquí. Te conocí y al sentirme más entera conocí a otras mujeres. Porque gracias a la seguridad que me diste me abrí y me acerqué a otras madres.
Mónica, lo que me aportaste me abrió muchas puertas. Siento que me comprendiste, sin juzgarme… era justo lo que necesitaba. Gracias. Era un puzzle roto y tu uniste las primeras dos fichas, ahora sigo creciendo y uniendo fichas junto con mis hijos, mi familia y mi tribu. Gracias.
Apareciste tú y a la vez vino todo lo demás.
Fueron vivencias difíciles de asimilar al momento, pero al superarlas me sentí más fuerte, más grande, más mujer, mejor persona… si no hubiera vivido lo que viví, ahora no estaría donde estoy. Estoy feliz de estar donde estoy, aprendiendo, creciendo…
Gracias a mi hijo soy una nueva persona. Él me llevo a ti… Él me ha traido aquí.
Gracias amiga.
O. N. (País Vasco)

No hay comentarios:

Publicar un comentario